Cualquier pérdida genera sentimientos diversos y estos se agrupan en un proceso llamado Duelo; El Duelo proviene en sus raíces, del latín Dolus, que significa dolor y luto que proviene del latín Lugare, y es un proceso psicológico que ocurre cuando sufrimos una pérdida, el cual nos genera una serie de manifestaciones, diversos sentimientos y este termina con la aceptación de la nueva realidad; en donde los objetivos son: deshacer los vínculos, elaborar un significado que permita aceptar y/o tolerar el dolor asociado con la pérdida y construir otra estructura de actividades y de relaciones interpersonales.
Las pérdidas en la familia, despiertan muchísimos sentimientos en quienes la conforman, en el paciente mismo, y en quienes integran el equipo de atención médica.
Cuando se vive este proceso es importante buscar el equilibrio personal y familiar, trabajar en la búsqueda de la solución a los problemas presentados, como, por ejemplo: la pérdida y cambios de roles, es decir, las nuevas actividades a ejercer ante la pérdida; ya que en la mayoría de los casos la familia se desorganiza y busca reorganizarse ante las pérdidas para alcanzar nuevamente la recuperación y la funcionalidad previa al acontecimiento.
Las respuestas ante la pérdida corresponden al proceso de duelo, y comprenden 5 etapas de acuerdo a Kübbler Ross (1969) que son:
- Negación
- Cólera
- Depresión
- Reajuste
- Aceptación
El conocer dichas etapas nos ayudará en la expresión de sentimientos y pensamientos relacionados con el dolor generado ante la pérdida, considerando que estas no son secuenciales, pudiendo pasar de una a otra. Una de las estrategias fundamentales para el proceso del manejo del duelo es poder darse el permiso y el tiempo para vivir la pérdida de una forma consciente.
Si bien es cierto que el tiempo en sí mismo, nos ayudará a aliviar nuestras emociones, necesitamos realizar una serie de tareas que nos ayudarán a la aceptación de la pérdida. Es importante que evites el aislamiento emocional. Permítete la expresión de tus emociones que te harán sentir poco a poco mejor. Cuida tu alimentación, sueño, tus rutinas, aquí la adaptación se irá dando poco a poco. No seas exigente contigo mismo(a), el afrontamiento no es fácil, pero tampoco imposible.
El reconocimiento de tus fortalezas te ayudara a favorecer el proceso de afrontamiento al proceso de duelo, y a la capacidad de adaptación y crecimiento personal que se lograrán al correr del tiempo.
Dra. Iracema Sierra Ayala