¿Cómo prevenir el síndrome del cuidador quemado?
Acéptate como eres
No compitas por ser el cuidador perfecto, no existe. No te compares con otros. Lo importante es sentirte a gusto contigo mismo.
Identifica tus puntos fuertes y reconócetelos
Todos tenemos capacidades únicas.
Ejercita el pensamiento positivo
Si solo ves los aspectos negativos, te será mucho más difícil afrontar el cuidado de tu familiar.
Busca algo con que premiarte
Un regalo, una comida especial, un paseo, ir al cine.
Practica técnicas de relajación
Asi podrás enfrentarte con éxito al estrés.
Cuida tu alimentación
Comer bien es un placer que hace más agradable la vida y, además, es una magnifica manera de prevenir enfermedades.
Presta atención a tu salud
El cuerpo es sabio y muchas veces nos envía «alertas», no las ignores.
Descansa
Tu cuerpo es una máquina, no la quemes.
Desconecta de vez en cuando
Es muy importante tener tu espacio para disfrutar de actividades de ocio.
No te aisles
Busca la compañía de aquellas personas con las que te sientas bien.
«Síndrome del cuidador quemado»
Cuidar con amor es la mejor medicina
- Agotamiento emocional.
- El trato despersonalizado, con una cierta desconexión emocional y mecanización de la labor que se desempeña.
- Generar autopercepción negativa respecto de las competencias y posibilidades de éxito.
- Disminución de la autoestima, depresión, irritabilidad, ansiedad, fatiga, insomnio, perturbaciones gástricas, etc.
- Deterioro de la calidad de las relaciones interpersonales.
- Disminución del rendimiento, insatisfacción con la tarea, etc.